Los Museos Vaticanos están en proceso de digitalización con un doble objetivo: mejorar la experiencia de sus visitantes y garantizar la protección de las obras de arte. Para ello, han contado con la colaboración de Minsait, compañía de Indra, que a través de su tecnología permitirá la centralización de todos los espacios.
Al tener el control de todas las áreas, se podrán diagnosticar de manera inmediata las posibles situaciones anómalas que se evaluarán en función de la incidencia detectada, el espacio y contexto en el que se haya producido y la cantidad de visitantes afectados.
Para garantizar la seguridad de los visitantes, en situaciones de emergencia, el sistema digital dispone de public adress, que permite canalizar a los usuarios de una forma inteligente en función del nivel de ocupación de cada uno de los espacios para agilizar las posibles evacuaciones.
Conectividad a través de la fibra óptica
Además, una compleja red de fibra óptica, que se extiende ya por unos 20 kilómetros, conectará el complejo sistema de sensores de control de flujo y ambientales, la vídeovigilancia y los sistemas de seguridad, anti-incendio y de evacuación. Además, la conexión wireless estará a disposición de los miles de visitantes, ofreciendo nuevas experiencias de visita a través de aplicaciones dedicadas y de un «safety place».
También, se ha iniciado la construcción del Datacenter que recibirá e integrará las informaciones procedentes de los diferentes sistemas, centralizando la gestión de los procesos. De momento, se han implementado todos los sistemas en un entorno controlado en el nuevo Museo Etnológico, que aún no está abierto al público, para verificar su correcto funcionamiento.
En los próximos años y hasta 2022 se implementarán los sistemas en el resto de los museos y espacios, incluyendo las galerías y apartamentos de los Borgia, la Pinacoteca, el Museo Egipcio y la Capilla Sixtina.
Sistema de control de flujo
El sistema de control de flujo se centra en la recolección, almacenamiento y procesamiento de los datos de flujos de las entradas y salidas de los visitantes dentro del museo. La solución recopilará y almacenará los datos de manera individual y en tiempo real para acceder en cualquier momento del seguimiento del flujo. Posteriormente, los datos se archivarán para análisis estadísticos.
La instalación de este sistema se divide en dos fases: la primera implica la puesta en funcionamiento de un conjunto de funciones, equipos y sistemas para finales de 2019; mientras que la segunda prevé la expansión y finalización para 2022.
Por otro lado, para la protección del patrimonio artístico y cultural se contará con una plataforma de sensores IoT. La recopilación de los datos se transmitirá a una gateway y se utilizará los protocolos 6loWPAN y LoraWAN.
Los datos serán recogidos en el CPD para su análisis, que permitirá obtener información útil a la tutela del patrimonio y a la seguridad de las personas.