El 1 de mayo Electrónica OLFER comenzó con la distribución masiva de las fuentes de alimentación médicas de Mean Well para poder entregarlas de la forma más rápida y eficaz a los hospitales, al tiempo que se proporciona soporte a los centros hospitalarios o empresas que están en pleno desarrollo de la fabricación de material médico durante el COVID-19.
La fabricación masiva de fuentes de alimentación para aplicaciones médicas es ahora la prioridad de Mean Well. Con el estallido de la pandemia del COVID-19 a finales de enero, Mean Well se vio desbordada con solicitudes de fuentes médicas provenientes de todo el mundo, especialmente para ventiladores, detectores de ácido nucleico, máquinas para fabricación de mascarillas y equipos de medición de temperatura.
Modificación de la línea de producción
Entre todas las demandas de dispositivos médicos, los equipos de soporte vital, como monitores de pacientes y ventiladores, son los más urgentes. Mean Well reaccionó rápidamente adaptando su sede en Suzhou (China) con líneas de producción especiales para la fabricación masiva de dispositivos para aplicaciones médicas.
Mientras tanto, la capacidad de producción original de China se asignó a sus fábricas en Taiwán y Guangzhou. Según explica Kevin Chen, director de Operaciones, la compañía ha tenido que salvar políticas de bloqueo de algunos países a la hora de recibir, por parte de sus proveedores, los componentes necesarios para la fabricación de sus fuentes de alimentación. Una vez resuelto el problema, la reanudación de la tasa de trabajo de Mean Well alcanzó el 100% a finales de marzo.
Gracias a este esfuerzo, desde el 1 de mayo Mean Well ya está totalmente preparada y comprometida para una rápida fabricación y distribución de sus fuentes de alimentación para aplicaciones médicas.