La Universidad de Monash (Australia) y la Universidad Nacional de Singapur (NUS) han desarrollado conjuntamente un disco para controlar los dispositivos inteligentes y aumentar la seguridad de las viviendas con solo un toque. Este disco está basado en el efecto triboeléctrico y se autoalimenta con la energía solar.
El disco integra una interfaz de control basada en un nanogenerador triboeléctrico ‘deslizante’ (TENG), que genera un código Gray reflejado en binario de 3 bits. Esto se desarrolla integrando electrodos de cobre, película de politetrafluoroetileno (PTFE), una célula fotovoltaica y circuitos electrónicos de procesamiento de señales.
El código Gray alberga ocho patrones de detección únicos, cada patrón se utiliza para controlar un dispositivo inteligente individual. Para encender un aparato, los usuarios mueven su dedo a través de uno de los patrones de detección en una dirección y en dirección contraria para apagarlo. Mientras, para desactivar el modo de suspensión del disco, solo hay que tocar el sensor de éste.
La comunicación entre el disco y los dispositivos conectados se realiza a través de la tecnología inalámbrica bluetooth. Además, gracias a su reducido peso, 47 gramos, puede fijarse en diversos lugares como paredes, ventanas, mesas y escritorios.
Seguridad y célula solar
Los investigadores han integrado en su disco una célula solar para su autoalimentación, reduciendo los costes de mantenimiento y garantizando que el sistema siempre esté operativo. La célula solar es capaz de recolectar energía de diferentes fuentes lumínicas tanto naturales, la luz del sol, como artificiales, las lámparas de mesa.
La energía recolectada por la célula es almacenada en una batería recargable que se encarga de alimentar el circuito electrónico. El consumo de energía promedio del dispositivo es aproximadamente de 0,5 mW, para un funcionamiento cada 20 minutos y teniendo en cuenta que la operación tarda unos 10 segundos en realizarse.
Además, el disco también está pensado para sistemas de seguridad a través de una autentificación de contraseña ciega de seis dígitos. Los dígitos no son visibles, ya que están dentro del disco, por lo que el usuario tiene que deslizar el dedo por la superficie. Con este método existen más de 262.000 combinaciones posibles de contraseñas.