Confiabilidad en los dispositivos inteligentes y una conectividad más segura gracias a la tecnología del proyecto Scott

Logotipo Scott.

Con los dispositivos inteligentes, la transferencia de datos personales es constante, por lo que el uso de estos sistemas debe garantizar fiabilidad al usuario, a través de la seguridad y la privacidad de la información. El proyecto Cosas Confiables Conectadas Seguras (Scott, por sus siglas en inglés) se ha centrado en la búsqueda de soluciones eficientes de conectividad e interoperabilidad inalámbrica, que sean seguras y confiables de extremo a extremo para mejorar las comunicaciones entre los dispositivos inteligentes conectados y aumentar la aceptación social de éstos.

El proyecto Scott tiene como objetivo proporcionar un ecosistema de dispositivos inteligentes seguros, confiables e interoperables.

El proyecto comenzó en mayo de 2017 y finalizó en octubre de 2020. Liderado por el Virtual Vehicle Research (Austria), el consorcio se compone de 57 miembros procedentes de 12 países: España, Austria, Finlandia, Irlanda, Brasil, Suecia, Noruega, Alemania, Polonia, Portugal, Países Bajos y Bélgica, que abarcan organizaciones dedicadas a la educación, investigación y tecnología, así como pequeñas, medianas y grandes empresas.

La participación española en el consorcio ha estado representada por Acciona Construcción, Fundación Tecnalia Investigación e Innovación, Fundación Tekniker, Indra Sistemas, Instituto Tecnológico de Informática, Integrasy, Jig Internet Consulting, Mondragon Goi Eskola Politeknikoa Jose Maria Arizmendiarrieta y Universidad Politécnica de Madrid. El proyecto ha contado con un presupuesto de 38,792 millones de euros, de los cuales unos 10,227 millones han sido financiados por el programa europeo Horizonte 2020.

Enfoque del proyecto

Para obtener unas redes y comunicaciones seguras y fiables, el proyecto Scott se ha centrado en las redes generadas por los sensores, los actuadores inalámbricos, la comunicación en movilidad, infraestructuras inteligentes y salud, para desarrollar un ecosistema digital. Los investigadores han trabajado en cinco dominios industriales como son la construcción y vivienda/infraestructura inteligente, automotriz, aeronáutica, ferrocarril y salud.

El proyecto Scott ha trabajado en cinco dominios industriales.

La tecnología desarrollada en el proyecto Scott se ha aplicado en 15 casos de uso industriales, enfocada a aplicaciones de dominio cruzado y entornos heterogéneos. Especialmente, se ha hecho hincapié en los aspectos de la computación en la nube y en la tecnología 5G. Además, se han desarrollado 50 bloques de construcción tecnológicos reutilizables, como software, hardware, procesos y métodos, para la protección y la seguridad de los datos, la integración de la nube distribuida, la eficiencia energética y autonomía de los dispositivos, así como para la arquitectura e implementaciones de referencia.

Los nuevos sistemas inalámbricos en el dominio de la construcción y vivienda/infraestructura inteligente utilizarán la tecnología inalámbrica de manera más amplia y supondrán que, además de una funcionalidad estándar, también permitirán funcionalidades adicionales para el ecosistema del edificio, siempre siendo seguros y confiables.

La colaboración entre dominios y sistemas inalámbricos ofrece soluciones donde los sistemas de construcción, como la iluminación inteligente, pueda interactuar con los sistemas en un perímetro cerrado de un edificio (sistemas de control de acceso de vehículos o vigilancia) y con los sistemas automotrices (control de acceso a un automóvil, comunicación V2x), creando una gran interoperabilidad.

Monitorización continua de la calidad del aire interior

Dos ejemplos, de los 15 casos de uso industriales del proyecto Scott, son la monitorización continua de la calidad del aire (IAQ) en interiores y la gestión segura de las instalaciones conectadas. En cuanto a la calidad del aire en interiores, las soluciones actuales carecen de medición continua en tiempo real, y se basan solo en unos pocos parámetros de IAQ y sin tener en cuenta la dependencia cruzada de los factores ambientales. Para obtener una monitorización constante, el proyecto Scott ha desarrollado un sistema de IAQ compuesto por una plataforma de análisis basada en la nube y múltiples sensores, puertas de enlace y activadores, que están interconectados de forma segura.

La tecnología del proyecto Scott permite la monitorización continua de la calidad del aire interior de los edificios.

Estos sistemas se han implementado en edificios de la ciudad de Oulu (Finlandia), en las oficinas del Holst center en Eindhoven (Países Bajos) y en las oficinas de Nokia Bell Labs (Finlandia), entre otros espacios. En las demostraciones se han utilizado un conjunto de sensores que recopilan datos sobre el ambiente interior como temperatura, humedad, CO2, actividad humana y el feedback del usuario. Esta información se intercambia y procesa, de manera local en el borde o remota en la nube, con métodos de aprendizaje automáticos, teniendo en cuenta los requisitos de seguridad y privacidad relevantes. En algunos casos se ha utilizado un sistema de apoyo para equilibrar los sensores o la tecnología Big Data, que ayudan a ofrecer unos datos más precisos.

El resultado se utiliza para realizar acciones de control proactivas como ajustar la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado, y facilita la toma de decisiones de los responsables del edificio para la gestión de las instalaciones. En todo el proceso se ha hecho hincapié en la seguridad de los datos para que los usuarios tengan más confianza en este tipo de sistemas.

Protección de las instalaciones e infraestructuras críticas

En el segundo caso de uso, aplicado en dos edificios de Gdansk (Polonia) y en la Universidad Colegio Cork (Irlanda), entre otros, se utiliza la tecnología de Scott para aumentar la seguridad y la protección de las áreas de las instalaciones con especial atención a las infraestructuras críticas.

Otro uso de la tecnología del proyecto se centra en aumentar la seguridad y la protección de las instalaciones como las infraestructuras críticas.

Esto se consigue a través de la detección, identificación, localización y análisis del comportamiento de las personas y activos dentro del edificio. En función de los resultados, se establece el ajuste de su nivel de acceso del usuario. Otras funcionalidades importantes son la configuración dinámica de zonas virtuales, así como la autenticación y autorización de los usuarios que utilizan un dispositivo móvil como tarjeta de acceso.

Esquema simplificado de la tecnología para la seguridad de las instalaciones.

Además, el control y la supervisión de la infraestructura presenta soluciones diseñadas para garantizar un despliegue sencillo de los sistemas de paquetes de trabajo, optimizar su servicio de gestión y minimizando el tiempo de reacción ante averías o accidentes.

El proyecto Scott tiene el objetivo de que el usuario final confíe más en los dispositivos inteligentes y que tenga la garantía de que la información privada se mantiene segura. Esto es posible gracias a una gama de soluciones interoperables, conectadas y seguras que proporcionan múltiples funcionalidades y el máximo confort.

 
 
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