La Final de la Supercopa de Europa de 2020, celebrada el 24 de septiembre en Budapest (Hungría), fue el evento elegido para probar la tecnología de detección de máscara de Safr, compañía perteneciente a RealNetworks, y el escaneo de temperatura corporal sin contacto de Parsifal. Esto fue posible gracias a la alianza de Safr con la empresa de tecnología alemana G2K Group, la cual se hizo con el contrato que lanzó la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA).
El partido de la final se disputó en el Estadio Puskás Aréna, con un aforo limitado del 30% de la capacidad del estadio y los aficionados debían mantener la distancia intrapersonal, debido a la pandemia de COVID-19. Para cumplir estos requisitos, se implementó la plataforma IoT de Parsifal y 21 cámaras en siete puntos de entrada, que monitorizaron a las más de 15.000 personas que accedieron a las instalaciones.
Precisión en la monitorización en tiempo real
Mientras, Safr aportó la detección anónima de máscara facial y el análisis demográfico, que se incorporaron en la plataforma IoT para obtener un análisis de vídeo procesable en tiempo real. La solución es capaz de detectar si una persona lleva puesta la mascarilla, con una tasa de precisión del 95%. Asimismo, diferencia entre las mascarillas de tipo quirúrgico y las de tejido estandarizado.
El resultado fue que la solución de análisis de vídeo identificó a todas las personas que intentaban ingresar en el estadio sin ningún tipo de mascarilla o si tenían una temperatura corporal alta. En caso de que se detectara alguna anomalía, el sistema alertaba a los equipos de seguridad para proceder con el protocolo de seguridad.