La Universidad de Sevilla desarrolla un método de análisis para conservar los edificios históricos

Catedral de Sevilla.

Con el fin de realizar una mejor conservación de los edificios históricos, un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha aplicado un método de análisis del estado de conservación mediante herramientas no destructivas en la Catedral de Sevilla. Con los resultados proponen establecer una pauta de mantenimiento que evite tareas de restauración o reparación, mucho más costosas que las preventivas.

El nuevo método de conservación utiliza una cámara termográfica, un acelerómetro, un georradar, un láser de nivelación y la fotometría para determinar el estado del edificio.

Los trabajos de conservación se dividen en dos partes. Por un lado, los investigadores incorporan herramientas no invasivas y métodos simplificados más económicos que los utilizados habitualmente para la recogida de datos del estado del edificio. Por otro lado, han creado un modelo de cálculo que unifica esa información y genera un modelo tridimensional para el análisis de la construcción.

En el artículo ‘Non-destructive testing and Finite Element Method integrated procedure for heritage diagnosis: The Seville Cathedral case study’ publicado en la revista Journal of Building Engineering, los expertos confirman que su aplicación economiza la inversión en patrimonio al poder desarrollar un plan de conservación personalizado y no invasivo.

Tecnologías aplicadas

Los investigadores han validado la aplicación de instrumentos piloto creados por ellos, como el acelerómetro, que determina el nivel de vibración del edificio tanto en el interior como en el exterior provocada por factores como el ruido.

También han desarrollado un láser de nivelación que mide la diferencia existente entre los distintos niveles del suelo y la parte más alta de la construcción, verificando el movimiento vertical de los edificios, y un georradar para tomar radiografías del subsuelo y mostrar el contraste de la densidad de los materiales.

Los investigadores utilizaron una cámara termográfica para conocer la temperatura que soporta el edificio durante un tiempo determinado, y la fotogrametría, una técnica que aporta una imagen tridimensional a partir de fotografías, proporcionando una visión global y exacta del edificio.

El modelo propuesto permite profundizar en la arqueología que contienen los edificios al desarrollar un mapa gráfico de los movimientos experimentados en el suelo. De esta manera, se observan con facilidad las partes más dañadas o dónde pueden encontrarse los puntos débiles de la construcción para su refuerzo o mantenimiento antes de que se haga necesaria una intervención de reparación.

Como resultado, los datos de las propiedades físicas, geométricas y los materiales recopilados a través de sensores, levantamientos gráficos y modelos de cálculo han llevado a la elaboración de determinadas hipótesis que pueden derivar en una propuesta de intervención o bien en la recomendación de las tareas de mantenimiento óptimas y acordes al estado del edificio.

Pruebas del método

Los investigadores han aplicado este método en la Capilla del Sagrario, ubicada en la Catedral de Sevilla, donde se ha podido identificar daños críticos, como la deformación el suelo debido a las partes del asentamiento que se han estado produciendo y distintos grados de resistencia del suelo que acoge al edificio.

Actualmente, se están realizando trabajos similares con la muralla de La Macarena, en Sevilla. Este estudio permitirá actualizar y volver a validar el método. Los expertos proponen que se implante de manera sistemática en otros edificios para crear un mapa inteligente de la ciudad que propicie una autogestión municipal en el mantenimiento del patrimonio evitando daños irreversibles y restauraciones costosas.

 
 
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