El proyecto ‘Gemelo digital: Gestión de Smart Building para la era post COVID19’, liderado por el Clúster de las Tecnologías Inteligentes para las Ciudades, los Edificios y la Industria (Smartech Cluster), junto a nueve de sus miembros (Cadtech PLM Catalunya, MSI Studio, Noumena, La Salle, Prosume, Tecnalia, Innova IT, Loxone y Siemens), sigue avanzando mediante la implementación de sus tecnologías en un edificio real, que han proporcionado los primeros resultados.
Este proyecto, que tiene el objetivo de crear edificios y entornos seguros en el marco de la pandemia del COVID-19, está financiado por ACCIÓ a través de la línea de Ayudas al Refuerzo de la Competitividad, y se ha desarrollado mediante tecnologías disruptivas como el gemelo digital, pensado para disponer de un entorno seguro en el que aplicar iniciativas focalizadas a aumentar la calidad del aire y garantizar la máxima ocupación del edificio.
Para comprobar su eficacia, las tecnologías se han implementado en el espacio conocido como IoTiCAT, ubicado en la Universidad de La Salle Campus Barcelona, donde se han desplegado un conjunto de sensores y cámaras conectados a un simulador en tiempo real del edificio.
El simulador se ha encargado de realizar una predicción futura de la ocupación y niveles de CO2 en el edificio. En función de los resultados de dichas predicciones, el sistema propone sugerencias para así garantizar que el entorno sea seguro para las personas que hay en su interior.
Tecnologías aplicadas
El proyecto se ha desarrollado mediante tecnologías punteras como IoT para el despliegue de la sensórica, inteligencia artificial (IA) para el desarrollo del simulador que, a partir del comportamiento registrado en el pasado y el entrenamiento al que ha sido sometido, predice el comportamiento futuro, así como realidad virtual para la creación de la representación del edificio en una plataforma virtual.
Gracias al gemelo digital, se ha producido un cambio radical en el desarrollo de proyectos de edificación y en su modelo de gestión. Este concepto ha permitido disponer de un control total de los procesos de desarrollo, explotación y mantenimiento de este, a la vez que ha demostrado el elevado valor añadido que se da a un edificio mediante una simulación total del mismo.