El especialista en material eléctrico de baja tensión y mecanismos inteligentes Simon abrirá próximamente La Casa de la Luz, su nuevo buque insignia en Madrid. Con 1.600 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, este espacio incluye las oficinas comerciales de la compañía y una exposición de sus productos.
Con este nuevo espacio, Simon da otro paso en su propósito de estar más cerca de las personas y busca proyectar de una manera más específica el potencial de la luz digital y cómo la compañía quiere estar presente en esta nueva era de la iluminación.
“Es un proyecto donde la luz es protagonista y hemos utilizado la más innovadora tecnología para proyectar nuestra visión de la luz”, explica Inma Ruiz, Chief Marketing Officer en Simon. Por su parte, Salvi Plaja, Design & Sustainability Director en Simon, cree en “el potencial del diseño dentro de la empresa para humanizarla y generar valor. El diseño integra, de manera natural, la creatividad, el pensar en las personas y la visión de futuro”.
En relación con esta visión, ProtoPixel, socio tecnológico de Simon cuya plataforma digital permite crear, desplegar y controlar cualquier experiencia lumínica, ha sido también uno de los colaboradores destacados en este gran proyecto, que junto con Antoni Arola, ha diseñado la iluminación, atmósferas y usos del espacio.
La Casa de la Luz, ubicada en la Calle Santa Cruz de Marcenado, 1 (local comercial), está abierta a todos los públicos, tanto profesionales como usuarios finales, quienes tendrán la oportunidad de inspirarse y sentir cómo la luz transforma y decora los espacios. También se podrán conocer las últimas novedades en producto, asistir a conferencias y sesiones de formación, un punto de encuentro para todas las comunidades creativas y emprendedoras que quieran intercambiar ideas e impulsar proyectos de co-creación con la luz.
La Casa de la Luz
El espacio ha sido rehabilitado por el estudio b720 arquitectos encabezado por Fermín Vázquez, respetando el esplendor original de la obra del arquitecto Fernando Higueras, representante de la corriente brutalista más innovadora y arriesgada de su época.
También, un importante elemento a destacar de este edificio son sus jardines verticales, uno de los primeros de Europa y seña de identidad del edificio, con una vegetación que no oculta sino que se integra.
Simon y Arola han querido recrear en el interior el proyecto original a través de un estudiado paisajismo que ha permitido iluminar la vegetación con luz artificial para generar imágenes de un futuro muy próximo.