Con el objetivo de impulsar la sostenibilidad de los edificios inteligentes, la Alianza de Estándares de Conectividad (CSA) cuenta con el estándar Smart Energy, basado en el protocolo Zigbee, para productos interoperables que monitorizan, controlan, informan y automatizan la entrega y el uso de la energía, gas y agua.
De esta forma, con el estándar Smart Energy, los propietarios de las viviendas inteligentes y los administradores de los edificios conectados tendrán a su disposición información fiable y la automatización necesaria para reducir tanto el consumo como el gasto de la factura energética.
Gracias a su interoperabilidad, Smart Energy es compatible con una amplia gama de dispositivos inteligentes existentes en el mercado, como medidores inteligentes, termostatos, hubs, interruptores, sensores, controladores de carga y pantallas inteligentes, entre otros. A esto se le suma su conectividad inalámbrica, que utiliza el espectro global de 2.4 GHz y el subGHz que facilitan la adopción del estándar.
Respecto a su diseño, la red de malla autorreparable elimina los puntos únicos de falla y admite implementaciones residenciales, comerciales e industriales.
Ventajas para los vehículos eléctricos
Asimismo, para las viviendas y los edificios que cuenten con puntos de recarga de vehículos eléctricos, el estándar Smart Energy ayuda a habilitar los servicios de configuración, gestión de carga e información para los vehículos eléctricos.
Respecto a los medidores inteligentes, este estándar cumple con todas las normativas vigentes para estos tipos de dispositivos, al tiempo que proporciona una información detallada, con el fin de que los consumidores puedan optimizar el consumo de energía, así como reducir su huella de carbono.