Un equipo de investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign (UIUC) en EE.UU. han desarrollado unos microprocesadores de plástico flexibles, llamados FlexiCores. Estos microprocesadores podrían permitir que los objetos cotidianos se vuelvan inteligentes y podrían implementarse en sensores o dispositivos de reducido tamaño.
Los FlexiCores pueden producirse con un bajo costo, facilitando su fabricación en masa. Esto es posible debido al material principal de fabricación, el plástico como base de los chips, en lugar de silicio.
El silicio es el estándar de la industria para los semiconductores, pero tiene limitaciones inherentes debido a su costo y su inflexibilidad. Los investigadores de la UIUC desarrollaron los FlexiCores sobre transistores de película delgada fabricados con óxido de zinc, galio e indio semiconductor (IGZO), que funcionan incluso cuando están doblados y son compatibles con el plástico.
Procesadores de 4 bits
El diseño del chip fue igualmente importante en la búsqueda de los procesadores de plástico de bajo costo. Para ello, se redujo en gran medida la cantidad de componentes y materiales mediante un diseño cuidadoso, pero igual de efectivo que otros procesadores.
El equipo de la UIUC probó procesadores de 4 y 8 bits y descubrió que los procesadores de 4 bits produjeron un rendimiento del 81%, que es lo suficientemente alto como para que los chips se fabriquen por menos de un centavo cada uno.
El procesador de 4 bits tiene 2.104 dispositivos (transistores y resistencias), que es mucho menos que los más de 56.000 dispositivos en un procesador ARM de plástico que se presentó en 2021, pero no se ha demostrado que se pueda fabricar a escala y no ejecuta varios programas, como puede hacerlo FlexiCore.
Según los investigadores, la industria de los semiconductores se ha preocupado principalmente por mejorar el rendimiento y la eficiencia energética. Con esta investigación se quiere dar un paso más para obtener más aplicaciones posibles para estos microprocesadores. Es por ello que se está trabajando en la electrónica flexible, además de reducir el número de materiales para producir cada chip de alto rendimiento y bajo costo para su producción e implementación en masa.