El Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía han impulsado el proyecto para la telemonitorización de los contadores de agua, que permitirá detectar posibles consumos inusuales en las viviendas de los usuarios del servicio de teleasistencia. Este proyecto piloto permitirá avanzar en el modelo de teleasistencia hacia una atención proactiva y que ayude a predecir posibles riesgos que puedan sufrir las personas mayores y dependientes.
La empresa pública Emasa es la encargada de gestionar los contadores inteligentes de agua. Actualmente, dispone de un parque de contadores de 234.439 unidades, cerca de un 40% de ellos (90.000 unidades) está constituido por contadores electrónicos en lectura remota y de ellos 40.000 unidades ya emiten sus datos a diario a los sistemas centrales de Emasa directamente.
Estos datos se procesan y analizan con el software Motor de Cálculo de Sospechas (MCS) que la empresa ha puesto en producción hace unos meses, con el objetivo de mejorar la gestión del servicio del agua.
Mediante el análisis del histórico de consumo de un cliente/usuario, el MCS determina una pauta de consumo característica para la vivienda en estudio, pudiendo alertar de cualquier anomalía que se detecte en las lecturas que emite el sistema.
El objetivo de este convenio es identificar los posibles consumos que disten de los históricos de cada vivienda como un consumo excesivo de agua o, al contrario, un bajo consumo, y que permitirán prevenir situaciones de riesgo por inundación, detectar posibles caídas en el baño, ausencias prolongadas, etc. Es decir, situaciones que hagan sospechar que la persona usuaria necesita asistencia.
Funcionamiento de las alertas
Cuando el software detecte algún consumo definido como inusual, Emasa transferirá una alerta al Servicio de Atención de la Telasistencia (SAT) para que aplique el protocolo de contacto con personas de referencia de esa vivienda. Si no es posible localizarlas, se contactará con los Servicios Sociales Comunitarios del Ayuntamiento de Málaga, que movilizarán sus propios recursos: Servicio de Ayuda a Domicilio y Servicio de Emergencias Sociales.
En caso de que los recursos municipales activados no logren localizar a las personas de referencia de la vivienda y controlar la situación de riesgo, estos servicios municipales informarán al SAT para la derivación al teléfono de emergencia 112.
Fases del proyecto
En la fase inicial, que tendrá una duración prevista de entre 12 y 18 meses, se realizará el cruce de datos para conocer qué viviendas de personas usuarias de la teleasistencia son usuarias de Emasa y cuentan con telecontador instalado. Al final de esta fase, se hará una evaluación conjunta del proyecto para estudiar su continuidad y determinar el pase a la segunda fase del proyecto.
Por su parte, en la segunda fase se prevé el diseño de un procedimiento de comunicación que permita mantener actualizado el listado de hogares de personas usuarias del servicio de teleasistencia, que a la vez son usuarias de Emasa y que disponen de telecontador.
Además, se avanzará en detallar la información que será transferida entre las partes, pasando del listado de alertas sobre consumos inusuales hasta los datos de lecturas en sí de cada vivienda, para que puedan ser analizados desde el Servicio Andaluz de Teleasistencia y de este modo se puedan definir nuevas alertas.