Mantener el clima óptimo en cualquier edificio es una prioridad. Por ello, la compañía Sontay dispone en su catálogo de una gama de soluciones de sensores de fugas de agua, humedad y condensación, que garantizan un ambiente interior adecuado para almacenes, habitaciones de hoteles desocupadas o espacios donde se guarda material delicado, entre otros espacios.
Los sensores de condensación de Sontay detectan y previenen la condensación y, por lo tanto, que el agua gotee. Es el caso del sensor de prevención de condensación WD-CPS, que calcula el punto de rocío real en función de la humedad relativa ambiental y la temperatura de la superficie. También emite la condensación del nivel medido mediante una señal de control de 4-20 mA y proporciona una indicación LED adicional sobre su estado.
En cuanto al sensor de temperatura y humedad relativa RH-S, cuando está en modo de tres cables, detecta automáticamente a qué está configurada la entrada del controlador, 4-20 mA o 0-10 Vcc. Este dispositivo tiene una alimentación de bucle de dos hilos seleccionable mediante interruptor DIP. También proporciona una indicación LED integrada para el estado de la energía y la búsqueda de fallas.
Para completar la gama, Sontay cuenta con sensores de detección de fugas de agua. Este dispositivo está diseñado para detectar fugas de agua, ya sea en puntos localizados usando el sensor puntual WD-PS o áreas más grandes con el sensor de cable WD-CS. Todos estos sensores se utilizan con la gama de módulos WD-AMX, que son adecuados para montaje en carril DIN dentro de AHU, unidades de distribución de energía o áreas generales donde se requiere detección de fugas. Están equipados de serie con LED de indicación del estado de fuga de agua y sirena.
Por su parte, los sensores monitorean estas condiciones para indicar cuándo hay un problema y pueden enviar mensajes al sistema de gestión de edificios (BMS) para deshumidificar las áreas si hay un problema.
Aplicación de los sensores en los centros de datos
Un ejemplo de aplicación de los sensores son los centros de datos, donde los sensores ayudan a garantizar la seguridad de los dispositivos. Los servidores de datos no pueden mojarse ni calentarse, por lo que es necesario controlar las fugas de agua, la humedad y la condensación.
Además, durante el funcionamiento de los centros de datos, los servidores emiten mucho calor, por lo que las salas deben de tener una temperatura óptima para que los servidores se refrigeren y puedan seguir funcionando correctamente. Los sensores monitorizan el ambiente para evitar la condensación de agua provocado por el cambio de temperaturas y para mantener la temperatura de la sala a los niveles predeterminados.