El estudio ‘Access Control 3.0: el nuevo estándar en el acceso a edificios y residencias’, elaborado por el fabricante 2N, sostiene que se ha entrado en una nueva era del control de accesos que representa una revolución tecnológica en el sector, el cual está teniendo un impacto transformador en todo el mundo. Hasta el momento, el control de accesos ha pasado por tres etapas.
La primera revolución en el control de accesos, Access Control 1.0, se inauguró con las primeras llaves de cierre. La segunda fue con Access 2.0, cuando el inventor norteamericano Charles Walton consiguió la primera patente estadounidense de un dispositivo RFID, que permitía el uso de tarjetas llave y mejoraba la seguridad de los sistemas de cierre de puertas.
La tercera revolución del control de accesos, Access Control 3.0, se caracteriza por siete factores: tecnología IP, acceso móvil, tecnología multiusuario, gestión remota, ciberseguridad; medioambiente, asuntos sociales y administración (ESG), y privacidad y protección de datos personales.
Factores de la era del Access Control 3.0
La tecnología IP ha permitido desarrollar soluciones inteligentes y totalmente personalizadas. Además de ser fácil de instalar, la tecnología IP es sencilla de ampliar e integrar en complejos sistemas de seguridad y domótica. Por su parte, el acceso móvil es uno de los componentes clave de la era de Access Control 3.0. Las previsiones del sector indican un crecimiento exponencial de las credenciales móviles en los próximos años, fundamentalmente basándose en el deseo de comodidad.
En el tercer factor, la tecnología multiusuario, la integración de intercomunicadores IP y lectores de acceso en un único dispositivo ofrece flexibilidad, dando a los usuarios la opción de elegir entre diferentes identificaciones (escaneo de huellas dactilares, acreditación móvil, tarjetas RFID y/o código PIN) y también es capaz de distinguir entre las personas que necesitan autorización (invitados y otros visitantes) y las que no (inquilinos y personal preinscritos).
El estudio de 2N también señala que la tecnología IP ha permitido gestionar a distancia y en tiempo real los sistemas de control de accesos. Esto ha supuesto un enorme avance en los edificios residenciales, donde los administradores de edificios pueden supervisar diferentes dispositivos desde un solo lugar, y así poder detectar los problemas en una fase temprana para resolverlos de inmediato.
La ciberseguridad se ha convertido en la prioridad para el Access Control 3.0. Aunque la conectividad de la tecnología permite una mayor eficiencia, también expone nuevas vías de entrada para los ciberataques.
Además, el sector del control de accesos está condicionado por las expectativas de los consumidores (y empleados) en materia de medioambiente, asuntos sociales y administración (ESG), como cualquier otro sector.
Por último, el uso de las tecnologías modernas conlleva un mayor riesgo de uso indebido de los datos personales. Por eso ahora es una preocupación primordial para las empresas de control de accesos, especialmente las europeas, que deben cumplir el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).