El proyecto europeo SMARTeeSTORY propondrá sistemas integrados de automatización y control de edificios para monitorizar y optimizar el rendimiento energético de los edificios de acuerdo con un enfoque innovador de múltiples dominios (HVAC, Dynamic Façade, iluminación y vehículos inteligentes), integrados en el indicador de preparación inteligente (SRI).
El proyecto incorporará los requisitos históricos de los edificios y los requisitos humanos previendo la participación activa y en tiempo real del usuario. A través de la interactuación con los usuarios mediante tecnologías específicas identificadas en las primeras etapas del proyecto, por ejemplo, sistemas domésticos inteligentes, el sistema SMARTeeSTORY detectará automáticamente los arquetipos de los usuarios del edificio a través de algoritmos DRL, con el fin de informar a los servicios de optimización y control de las condiciones cambiantes en relación con las demandas de los ocupantes del edificio.
En cuanto a los arqueotipos y preferencias de los usuarios de los edificios inteligentes, se utilizarán preferencias específicas, por lo que la base de datos de SMARTeeSTORY se construirá con demanda de energía, confort, etc., según la información publicada en el Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo (Cordis, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea.
Demostraciones de la solución SMARTeeSTORY
El sistema se implementará para su validación en tres sitios de demostración (edificios históricos no residenciales) identificados en Letonia, España y los Países Bajos. De esta forma, se demostrará el rendimiento energético mejorado de los edificios en correlación con la calificación de inteligencia mejorada.
Para conseguir los objetivos, el proyecto SMARTeeSTORY dispone de cuatro años (mayo de 2023-abril de 2027) y un presupuesto de 6.194.517 euros, de los cuales 5.148.296 euros están financiados por el programa de investigación de Horizonte Europa de la Comisión Europea, para desarrollar la tecnología.
El proyecto está liderado por la consultoría italiana RINA y dispone de un consorcio compuesto por 12 entidades procedentes de España, Países Bajos, Letonia, Grecia, Alemania e Italia. La participación española está representada por la Fundación Cartif, la Agencia Andaluza de la Energía y la Fundación Tecnalia, así como por la compañía Cuerva Energía.