La quinta edición del Índice de Calidad de Vida Digital (DQL) revela información sobre los factores que impactan en el bienestar digital de un país y las áreas que deben priorizarse para mejoras futuras. El índice analiza 121 países (frente a 117 en 2022) según cinco pilares, los cuales tienen 14 indicadores que ayudan a medir la calidad de vida digital general. En la edición de 2023, España se sitúa en el sexto lugar, por detrás de Francia, Finlandia, Países Bajos, Alemania y Luxemburgo.
Los resultados generales del índice, elaborado por la empresa Surfshark, revelan que 9 de cada 10 países que poseen el DQL más alto están en Europa. Es más, sólo 19 países de los 50 primeros se encuentran fuera de Europa. Asimismo, los datos reflejan que cada vez Internet es más asequible a nivel mundial. En comparación con el año pasado, las personas tendrán que trabajar un 11% (42 minutos) menos para poder permitirse Internet de banda ancha fija en 2023. Esto podría indicar que los precios de Internet aún no han alcanzado la inflación, ya que los salarios han aumentado casi un 10%.
Si se comparan los PIB de los 127 países, se puede apreciar que Europa Occidental es líder en el DQL, siendo también la subregión más rica del mundo, mientras que el PIB per cápita del norte de Europa es un 15% menor, éste supera a América del Norte en el DQL. En el lado opuesto está Asia, que a pesar de que su PIB per cápita es un 38% superior a la media mundial, en el DQL se encuentra por debajo del promedio mundial.
Asimismo, países con menos PIB per cápita tienen una mejor calidad de vida digital, con niveles más altos de seguridad electrónica, infraestructura electrónica y gobierno electrónico. Son el caso de India, Filipinas, Vietnam, Ucrania, Moldavia, Colombia, Tailandia, Perú, Brasil, Serbia, Turquía, Kazajistán, Malasia, China, Argentina, Bulgaria, Rusia, Chile, Rumanía, Polonia, Croacia y Hungría.
Pilares del Índice de Calidad de Vida Digital
Los cinco pilares en los que se basa el informe DQL son la asequibilidad, la calidad de Internet, la infraestructura electrónica, la seguridad electrónica y el gobierno electrónico. En el caso de la asequibilidad de Internet determina cuánto tiempo tienen que trabajar las personas para poder permitirse una conexión a Internet estable.
Según los datos del índice, la banda ancha fija es significativamente menos asequible que Internet móvil. La banda ancha más barata cuesta alrededor de 6 horas de trabajo al mes, mientras que en el móvil son 2 horas de trabajo al mes.
En países como Zimbabwe (el país con Internet fijo menos asequible), los usuarios tienen que trabajar 12 veces (unas 72 horas 39 minutos) más que el promedio mundial (5 horas 59 minutos) para pagar una suscripción mensual. En el ranking de accesibilidad a nivel global, España se sitúa en el puesto número 14.
Internet fijo más estable que Internet móvil
Otro de los pilares es la calidad de Internet, que mide qué tan rápida y estable es la conectividad a Internet en un país y si está mejorando. En este pilar, España ocupa el noveno puesto. Comparando las calidades de Internet, se puede apreciar que existe una gran división entre los países. Por ejemplo, la velocidad de Internet fijo es más lento en Yemen (10,8 Mbps), que tiene un rendimiento de sólo el 3,6% en comparación con Singapur, que es el más rápido (300 Mbps). En el caso de Singapur, el país tiene Internet fijo más rápido por tercer año consecutivo.
El índice también refleja que Internet fijo es más estable que Internet móvil. Muestra de ello es que el 85% de los países analizados disfrutan de Internet fijo estable, mientras que sólo el 56% puede decir lo mismo de sus datos móviles.
La infraestructura electrónica también se tiene en cuenta, ya que determina qué tan bien desarrollada e inclusiva está dicha infraestructura existente de un país. Una infraestructura electrónica altamente funcional permite a las personas utilizar Internet a diario para muchos fines, como estudios, comercio electrónico, entretenimiento, banca, etc.
En los 10 países con mayor ranking en infraestructura electrónica, el 96% de las personas utilizan Internet; mientras que sólo el 26% de las personas hacen uso de Internet en los 10 países con la clasificación más baja. En este pilar, España se ubica en el puesto 26.
Por tercer año consecutivo, los 10 primeros países en el pilar de seguridad electrónica son de la Unión Europea, entre ellos España, en el noveno puesto. El notable promedio de seguridad electrónica (92%) en estos países es casi el doble del promedio mundial. También están a la vanguardia en la implementación de políticas de ciberseguridad para salvaguardar los datos personales de las personas.
El índice refleja que los países con mejor infraestructura electrónica están más equipados para prevenir amenazas e incidentes cibernéticos. Por otro lado, los países autocráticos muestran una falta de intención de proteger los datos de sus ciudadanos.
Sólo 1 de cada 52 países autocráticos analizados supera el promedio mundial de protección de datos: Hungría. Esto puede explicarse por el hecho de que Hungría es miembro de la UE y está sujeta al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Por el contrario, 1 de cada 2 países democráticos tiene niveles de protección de datos superiores a la media.
Aumento de la transparencia en el sector público
Por último, el gobierno electrónico determina qué tan avanzados y digitalizados están los servicios gubernamentales de un país. Un mejor gobierno electrónico ayuda a minimizar la burocracia, reducir la corrupción y aumentar la transparencia dentro del sector público. También mejora la eficiencia de los servicios públicos y ayuda a las personas a ahorrar tiempo, lo que influye en la calidad de su vida digital.
Estados Unidos, que ha liderado el pilar del gobierno electrónico durante los últimos dos años, cedió su posición a Singapur. Singapur saltó al primer lugar al mejorar su preparación para implementar la inteligencia artificial (IA) en la prestación de servicios públicos. Por su parte, España se sitúa en el puesto número 21 del índice.
Los países con mayor disposición para adoptar la tecnología de IA también están preparados para contrarrestar las amenazas cibernéticas nacionales. 19 de los 20 países con mayor preparación para la IA también tienen un índice de ciberseguridad superior al promedio. La única excepción es China, que, en comparación con el año pasado, ha mejorado su Índice Nacional de Ciberseguridad, pero aún se queda corta en materia de prevención del delito cibernético y desarrollo de políticas de ciberseguridad.