Un equipo de la Facultad de Física de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha desarrollado una representación virtual de la Catedral de Santiago de Compostela (Galicia), con el objetivo de conocer la circulación del aire y la humedad en el interior del monumento para preservar su conservación.
La Catedral de Santiago de Compostela es capaz de almacenar 60.000 m3 de aire. Con un intrincado entramado de naves, bóvedas, capillas y pasillos, este espacio monumental ha soportado, a lo largo de los siglos, condiciones climáticas extremas, especialmente los fuertes vientos y lluvias provenientes del océano Atlántico.
Los investigadores utilizaron un gemelo digital del edificio para recopilar datos y predecir cómo podría ser su comportamiento futuro. Gracias al gemelo digital, se ha podido comprender los flujos de aire y la condensación de la humedad en el interior de la catedral, con el objetivo de mejorar su protección y preservar su valor patrimonial. De hecho, se espera que los resultados también beneficien a otros edificios históricos en el futuro.
Definición de las estrategias de ventilación
La realización de este proyecto fue posible gracias a la gran cantidad de datos y modelos recopilados y diseñados previamente por la Fundación Catedral de Santiago, que durante los últimos trabajos de restauración realizó un seguimiento de todo el conjunto catedralicio.
Junto a estos datos y la nueva herramienta desarrollada por la USC, se puede predecir los movimientos del aire y los grados de humedad en determinados casos, y adaptarlos a los trabajos de conservación preventiva que se realizan en la catedral. Hay que tener en cuenta que la catedral mira al oeste, casi en línea recta con la ría de Noia, por lo que mira directamente al viento con el Pórtico de la Gloria. Se sabe que el aire entra principalmente en esa dirección, pero se desconoce cómo se mueve hacia el interior y dónde deposita la humedad.
A través del gemelo digital, se puede definir las estrategias de ventilación y analizar la influencia de las posibles modificaciones que se puedan realizar en el interior de la catedral, fruto de su funcionamiento ordinario. Se trata, en definitiva, de crear un modelo predictivo, que sea robusto y que permita realizar simulaciones de forma rápida y basada en múltiples supuestos.