El Gobierno de Aragón ha presentado el programa ‘Mi casa: una vida en comunidad’, un modelo residencial innovador que se fundamenta en la convivencia de varias personas con discapacidad intelectual y grandes necesidades de apoyo dentro de pisos compartidos, cuyo día a día va a incorporar a partir de ahora la posibilidad de contar con su espacio dentro del metaverso. La gran utilidad de este metaverso es que permite a usuarios ‘entrenarse’ y expresar sus preferencias, emociones y relaciones en el mundo virtual con su propio avatar antes de hacer cualquier actividad en comunidad, lo que redunda en una mayor autonomía.
Además, el avatar actúa como recordatorio de las actividades que tienen que hacer, como atender posibles citas, por ejemplo, de modo que se convierten en un recurso totalmente personalizado y acorde con el plan de vida que la persona usuaria y su profesional o red de apoyo estén más interesados en trabajar.
El plan de vida es un documento, que elabora la persona con discapacidad junto a los facilitadores y conectores que los acompañan, en el que se plantean objetivos, metas o deseos que quiere conseguir y se planifican los medios, acciones o actividades para lograrlos. Trabajar este plan de vida con un avatar en el metaverso, como si fuera un videojuego, resulta mucho más sencillo y estimulante para las personas con discapacidad que hacerlo sobre el papel.
Esa planificación vital comprende ocho dimensiones que tienen su correspondiente reflejo en el metaverso: bienestar emocional, relaciones interpersonales, bienestar material, desarrollo personal, bienestar físico, autodeterminación, inclusión social y derechos.
Aplicación y gameplay
Este programa, impulsado por la cooperativa de iniciativa social Kairós y en colaboración con la empresa tecnológica Imascono, cuenta con una aplicación y un gameplay que ayudan a las personas con discapacidad intelectual a trabajar en el plan de vida.
En 2018, el programa ‘Mi casa: una vida en comunidad’ comenzó a funcionar como una experiencia piloto y actualmente está implementado en dos pisos compartidos en Zaragoza, en los barrios del Actur y San José, donde en total residen seis personas y cuyo día a día va a incorporar a partir de ahora la posibilidad de contar con su espacio dentro del metaverso.
En los últimos años el proyecto ‘Mi casa: Una vida en comunidad’ ha promovido que decenas de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo hayan pasado de estar institucionalizadas a convivir en pisos compartidos integrados en sus barrios.