Un equipo de investigación del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST) ha desarrollado una pantalla de diodos emisores de luz orgánicos (OLED) estirable que apenas pierde resolución cuando se expande. Los investigadores pretenden incorporar esta tecnología en un nuevo edificio para aumentar la proporción de área luminosa, con la mayor resolución posible.
Las pantallas extensibles existentes normalmente aseguran el rendimiento mediante el uso de piezas emisoras de luz rígidas y fijas, al tiempo que aseguran la elasticidad a través de conexiones curvas. Sin embargo, en este caso, existe la limitación de que la relación entre el área de emisión de luz y el área total es baja debido a la parte de conexión doblada que no emite luz. Durante la expansión, existe el problema de que el área ocupada por la conexión extendida en forma de curva se vuelve más grande, provocando que la relación del área de emisión de luz disminuya aún más.
Para solventar este problema, los investigadores desarrollaron un OLED ultrafino con excelente flexibilidad, logrando asegurar tanto la elasticidad como una alta densidad de emisión de luz al ocultar parte del área de emisión de luz entre dos regiones aisladas adyacentes. Esta área oculta de emisión de luz se revela gradualmente durante la expansión, permitiendo un mecanismo para compensar la disminución en la proporción del área de emisión de luz.
Disminución mínima del área de luminosidad
Como resultado, se logró el nivel más alto de relación de área luminosa acercándose al 100% antes de la expansión total. Asimismo, se implementó una plataforma en la que la relación de área luminosa disminuyó solo un 10% después del 30% de la expansión del nuevo sistema. Este es un resultado que contrasta con la plataforma existente, que muestra una alta reducción del 60% en la proporción del área de emisión de luz bajo la misma modificación. Además, esta plataforma demostró estabilidad mecánica, funcionando con solidez incluso bajo movimientos repetitivos y diversas fuerzas externas.
Los investigadores confirmaron su aplicabilidad a una fuente de luz que se puede conectar a una superficie portátil y de forma libre, que funciona de manera estable en superficies curvas, como objetos esféricos, cilindros y partes del cuerpo humano, entre otros.