El segundo informe sobre el estado de la Década Digital, publicado por la Comisión Europea, proporciona una visión general de los avances logrados en la consecución de los objetivos y metas establecidos para el año 2030 por el programa político. Según el informe, España es uno de los países que presenta una conectividad superior a la media europea en redes fijas de alta capacidad y 5G.
El segundo informe se complementa con un análisis de las hojas de ruta estratégicas nacionales presentadas por los Estados miembros, en las que se detallan las medidas, acciones y financiación prevista por los países para contribuir a la transformación digital de la Unión Europea.
Según el informe, los esfuerzos colectivos de los Estados miembros no alcanzarán los objetivos europeos en el escenario actual. Detecta carencias como la necesidad de inversiones adicionales a nivel nacional y de la UE en los ámbitos de las competencias digitales, la conectividad de alta calidad, la adopción de la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos por parte de las empresas, la producción de semiconductores y los ecosistemas de start-ups.
En este contexto, la Comisión Europea insta a los países a aumentar sus ambiciones para alcanzar los objetivos de la Década Digital en materia de infraestructuras digitales, empresas, competencias y servicios públicos para la prosperidad económica y la cohesión social. Así, ha actualizado las recomendaciones transversales y específicas para cada Estado miembro.
Objetivos de conectividad a nivel europeo
En cuanto a los objetivos de conectividad, el informe destaca que no se cumplen, ya que las redes de fibra solo llegan al 64% de los domicilios del territorio europeo y el 5G de alta calidad al 50%. Para abordar estos desafíos, los Estados miembros y la Comisión Europea deben trabajar conjuntamente para promover un mercado único digital que sea funcional.
En 2023, la adopción de tecnologías por parte de las empresas europeas también se situó por debajo del objetivo del 75%. Según las tendencias actuales, para 2030 solo el 17% de las empresas utilizarán la IA, el 64% la nube y el 50% el big data. Para lograr la digitalización del sector empresarial y mejorar la competitividad en innovación, eficiencia y crecimiento basados en datos, es fundamental incentivar la adopción de herramientas digitales innovadoras por parte de las pymes y movilizar más inversiones privadas en start-ups.
Otro reto es la brecha digital existente entre las grandes ciudades y las más pequeñas. Para abordarlo, es necesario fomentar la cooperación entre los agentes europeos a nivel transfronterizo y local.
España, con conectividad superior a la media europea
El informe refleja que España presenta una conectividad superior a la media europea en redes fijas de alta capacidad y 5G. En concreto, la cobertura de fibra llega al 95,2% de la población frente al 64% de la media europea, y la cobertura móvil 5G alcanza al 92% en comparación con el 89% de la UE. También destaca la inversión en semiconductores, el despliegue de nodos de proximidad y tecnologías cuánticas.
En la misma línea, el país supera la media europea en el nivel de digitalización de las pymes (61% frente al 58%). Se han logrado avances notables en el uso de la IA (9,3%) por parte de las empresas en 2023, aunque persiste el reto de la adopción de la nube.
Por su parte, el nivel general de competencias digitales básicas entre la población ha aumentado, con un 66%, en comparación con el 56% de la UE. La puntuación recibida en digitalización de la administración pública ha sido de 84 frente a 79 en servicios públicos para la ciudadanía y de 91 frente a 85 en servicios públicos para las empresas.
En el caso de España, la Comisión Europea realiza recomendaciones en torno al número de especialistas en TIC sobre el total del empleo, que se sitúa ligeramente por debajo de la media europea (4,4% y 4,8%, respectivamente).
Ahora, los Estados miembros tendrán que ajustar sus hojas de ruta nacionales para alinearlas con las ambiciones del programa político de la Década Digital antes del 2 de diciembre de 2024. La Comisión Europea supervisará la implementación de estas recomendaciones e informará sobre los avances logrados en el próximo informe, en 2025.