Con una inversión de 82,4 millones de euros, la Comunidad de Madrid ha comenzado a instalar en julio 400.000 equipos de teleasistencia avanzada para dependientes. Este recurso beneficia a personas mayores o con discapacidad en situación de dependencia que viven en su domicilio, pero que requieren de una supervisión en remoto permanente para prevenir incidentes domésticos, además de actuaciones profesionales en cuestiones sanitarias, sociales y otras actividades cotidianas.
Los 82,4 millones de euros se dividen en varias acciones. Por un lado, la prestación de la teleasistencia avanzada cuenta con una financiación de 33,6 millones de euros y estará controlada por 450 profesionales y unidades móviles que se desplazarán a los domicilios ante cualquier incidencia, en coordinación con otros recursos públicos, privados o familiares.
Los equipos contarán con nuevos perfiles profesionales como psicólogos, personal de enfermería, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, que realizarán valoraciones individualizadas de cada persona dependiente, así como la intervención y el seguimiento en aspectos físicos, psicológicos y sociales.
Por otro lado, el Gobierno regional dedicó 39,3 millones de euros de fondos europeos en la compra de 320.000 nuevos dispositivos, entre terminales fijos y móviles que permiten la geolocalización y la comunicación desde cualquier lugar, y toda la gama de periféricos funcionales, como detectores de movimiento, actividad, caídas, sensores magnéticos de puertas (de domicilio, microondas o frigorífico), y los periféricos de seguridad, como detectores de fuego, humo o gas.
Compra de 87.900 dispositivos inteligentes
Dentro de los nuevos equipos también se encuentran dispensadores de medicación, así como tablets, y adaptadores auditivos y visuales para personas con alguna discapacidad sensorial. Ahora se va a ampliar esa dotación con la compra de otros 87.900 dispositivos por valor de 7,5 millones de fondos europeos, superando así los 400.000 dispositivos inteligentes.
Además, en agosto comienzan las primeras pruebas con 250 personas dependientes de dos de las nuevas funcionalidades, la dispensación automática de medicación y el control de actividad en la vivienda.
Asimismo, otros 2 millones de euros irán destinados para explorar todas las opciones que ofrecen los nuevos dispositivos; y a la creación de un centro virtual que permitirá la formación de los cuidadores y de las personas en situación de dependencia, así como a una comunidad virtual. Este sistema se integrará a su vez en la Historia Social Única para mejorar la coordinación con los servicios sanitarios.