La Comisión Europea ha publicado el informe ‘A methodological toolbox to monitor the semiconductors’ supply-chain’ (Una caja de herramientas metodológica para monitorear la cadena de suministro de semiconductores), desarrollado por el Centro Común de Investigación (DG JRC), que presenta un conjunto de indicadores estructurales y herramientas de monitorización en tiempo real para el seguimiento de la cadena de suministro de semiconductores en el marco del Pilar III de la Ley Europea de Chips.
El Pilar III de la Ley Europea de Chips establece una coordinación de los mecanismos entre los Estados miembros de la UE y la Comisión Europea, con el fin de reforzar la cadena de valor y responder a posibles colaboraciones de monitorización de semiconductores en momentos de crisis.
En el informe ‘A methodological toolbox to monitor the semiconductors supply-chain’ se examinan varios tipos de indicadores y herramientas con el objetivo de identificar cuál de ellos es el mejor para utilizarse en la detección de posibles interrupciones en la cadena de suministro.
Conjuntos de instrumentos para analizar la cadena de suministro
Para un seguimiento integral, se requieren dos conjuntos de instrumentos. Por un lado, los indicadores estructurales evalúan las tendencias del mercado, el estado de la cadena de suministro global y la estructura de la red de suministro. Este grupo de indicadores incluye indicadores específicos de la industria y de la red para rastrear la resiliencia de la cadena de suministro de semiconductores a interrupciones a corto plazo.
Por otro lado, el segundo conjunto de instrumentos consiste en herramientas de monitorización en tiempo real, que permitirían la detección rápida de interrupciones e identificación de posibles amenazas a la cadena de suministro. Incluyen la monitorización de noticias online en tiempo real, así como la monitorización de crisis y desastres naturales.
Según el documento, si bien cada indicador o herramienta por sí solo puede proporcionar solo una imagen parcial de la cadena de suministro, su uso combinado podría mejorar la capacidad de la UE para comprender las disrupciones de la cadena de suministro y permitir un análisis más puntual de los impactos de desastres de algunos tipos de shocks de suministro.