El indicador de preparación inteligente (SRI), una iniciativa creada en virtud de la Directiva sobre el rendimiento energético de los edificios de la Comisión Europea, mide la capacidad de un edificio para utilizar tecnologías inteligentes con el fin de mejorar su eficiencia energética y responder a las señales de su entorno. Actualmente, el SRI se está probando en toda la Unión Europea y Portugal acaba de unirse a las pruebas.
Desde este mes de noviembre, Portugal ha lanzado oficialmente su fase de pruebas SRI, elevando a 15 el número total de países de la UE con ensayos nacionales en marcha, uniéndose así a Austria, Bélgica (Flandes), Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Polonia, Eslovenia y España.
Estos programas de prueba abordan los desafíos de implementación, recopilan comentarios de evaluadores y propietarios de edificios y examinan la interacción del SRI con otros instrumentos, como los certificados de rendimiento energético (EPC).
Este progreso cuenta con el apoyo de proyectos financiados por la UE en el marco del programa LIFE Clean Energy Transition, incluidos SMART 2, EasySRI, SRI2MARKET y SRI-ENACT. Estos proyectos están ayudando a proporcionar herramientas de evaluación, mejorar y estandarizar metodologías, capacitar a evaluadores y realizar pruebas exhaustivas en los parques inmobiliarios de la UE, preparándose para una posible adopción más amplia del SRI en el futuro.
Publicación sobre las fases de prueba del SRI
Está previsto publicar un informe sobre las fases de prueba en 2026, y sus resultados contribuirán a las recomendaciones sobre la futura implementación del indicador de preparación inteligente en el contexto de los objetivos generales de la UE en materia de energía sostenible para los edificios.
El SRI contribuye a mejorar la eficiencia energética, mejora el rendimiento energético general, aumenta la capacidad del edificio para adaptar su funcionamiento a las necesidades de los ocupantes y permite una mejor respuesta a las señales de la red. El SRI fortalece la capacidad de los edificios para apoyar la transición de la UE hacia la energía limpia y la neutralidad climática.