La Comisión Europea ha lanzado el informe ‘The (global) supply chain of Chips, Chips in the European supply chain’ (La cadena de suministro (global) de chips, Chips en la cadena de suministro europea), desarrollado por el Centro Común de Investigación (DG JRC), que analiza los factores clave que han impulsado los cambios en la cadena de suministro de chips durante las últimas décadas, y la creciente importancia del software y el diseño, que dan la mitad del valor a un chip.
Los circuitos electrónicos siempre han sido considerados estratégicos. Hace 40 años, la posición dominante de Japón parecía representar una amenaza para los intereses vitales de seguridad nacional de los Estados Unidos. Pero, a pesar de su importancia estratégica percibida, el mercado mundial de semiconductores es bastante pequeño, solo alrededor del 0,5% del PIB mundial, y no es una industria en crecimiento, ya que este porcentaje no ha aumentado en los últimos 20 años.
Hay muchos tipos diferentes de chips que cumplen funciones muy diferentes (memoria, lógica y discreta). Son los chips lógicos más avanzados con los nodos más pequeños los que han captado la atención de los responsables políticos. Sin embargo, este tipo es poco necesario en Europa. El argumento de la seguridad del suministro para subsidiar a las fábricas para producir estos chips es, según el informe, débil.
Factores clave en la fabricación de chips
El informe analiza los factores clave que impulsaron los cambios en la cadena de suministro de chips durante las últimas décadas, que fueron principalmente la migración de las fábricas a países con abundante capital en Asia.
La división global del trabajo que ha surgido es que el software viene de los EE.UU., las fábricas están en Asia y Europa tiene una posición fuerte en las máquinas para producir los chips más avanzados. Los semiconductores son una de las pocas industrias en las que China sólo desempeña un papel secundario.
Por otro lado, el documento también se centra en la creciente importancia del software y el diseño de los chips. Para fortalecer la presencia de la UE en el ecosistema de los chips es necesario abordar la debilidad fundamental en el apoyo al desarrollo de software y la I+D.
El apoyo a la fabricación de precisión necesaria para las máquinas de fabricación de chips avanzados también sería útil, pero requeriría un orden de magnitud menor que las decenas de miles de millones de euros para las fábricas previstas en la Ley de Chips.