Dos exinvestigadores del Media Lab, perteneciente al Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), han desarrollado un sensor térmico de baja resolución y una plataforma de análisis que ayuda a detectar caídas en poblaciones de edad avanzada, ahorrar energía y optimizar los espacios de trabajo, preservando la privacidad de las personas.
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A través de su empresa Butlr, estos sensores ya se comercializan para que los centros de enfermería especializada, oficinas y comunidades de ancianos puedan conocer cómo las personas utilizan los edificios sin comprometer la privacidad.
Los sensores, que funcionan con baterías y duran varios años, pueden rastrear la ocupación diaria de cada habitación y proporcionar información sobre el uso del espacio, que puede utilizarse para reducir el consumo de energía. Para las empresas con mucho espacio de oficina, el sensor permite, por ejemplo, gestionar los sistemas de HVAC para optimizar su uso.
Para los entornos de cuidados intensivos y las residencias para personas mayores, la plataforma de la empresa puede detectar caídas y casos en los que alguien no se levanta de la cama para alertar al personal. El sistema se integra con los sistemas de llamada a enfermeras para alertar al personal cuando algo no va bien.
Desarrollo de nuevas herramientas analíticas
Butlr sigue desarrollando herramientas analíticas que ofrecen información importante sobre los espacios. Por ejemplo, la plataforma puede utilizar información sobre el movimiento en poblaciones de edad avanzada para ayudar a detectar problemas, como infecciones del tracto urinario.
Asimismo, la empresa ha iniciado una colaboración con el Centro Médico Beth Israel Deaconess de la Facultad de Medicina de Harvard y el Centro de Inteligencia Artificial y Tecnología para la Atención Conectada en el Envejecimiento y la Enfermedad de Alzheimer de la Universidad de Massachusetts en Amherst. A través del proyecto, la compañía intentará detectar cambios en el movimiento que podrían indicar un deterioro de las capacidades cognitivas o físicas. Esa información podría utilizarse para proporcionar una mayor supervisión a los pacientes mayores.