Comunicación presentada al IV de Edificios inteligentes
Autor
- Pedro Nieto, Director de marketing y responsable de producto, STI CARD
Resumen
Vivimos en una sociedad en la que los conceptos de movilidad y practicidad se emparejan en un binomio presente en todas partes. Refiriéndonos a los edificios inteligentes, esto se plasma en la posibilidad de reducir los costes operacionales que suponen seguir empleando cerraduras de puertas clásicas y llaves mecánicas, siendo sustituidas en muchos casos por aperturas mediante llaves virtuales, cómodas y prácticas, almacenadas en nuestros teléfonos móviles.
SCLAK no es sólo un nuevo paradigma en ese ámbito, si no que además, convierte cualquier cerradero electrónico existente en un control de accesos inteligente y seguro, permitiendo también que un bombillo común se reemplace por un cilindro inteligente de apertura mediante llaves virtuales móviles.
Palabras clave
Control de Accesos, SCLAK, Llave Virtual, Smartphone, Cilindro, STI CARD
Antecedentes
Un día cualquiera, una mañana cualquiera, una ciudad cualquiera, una vivienda cualquiera… -¡Vamos niños que llegamos tarde al colegio y está lloviendo!-… -¡Cariño recuerda que yo voy a por el peque después del trabajo y tú te encargas de los mayores a la salida del cole!-… -¡Vamos, vamos que no llegamos al autobús!- Todos salen de casa apresurados y tras oír el portazo habitual, la puerta de la vivienda se cierra tras la familia Rodríguez…
-¡Cielo, tengo que volver, me he olvidado las llaves!-, -no pasa nada, se las pides después a la vecina-… -pero es que también me he dejado el móvil, ¡da media vuelta!-… ese día, en pleno atasco mañanero, el matrimonio toma la siguiente salida en la autopista y regresa a casa a por el móvil del Sr. Rodríguez, mientras su mujer llama a su compañero de trabajo para explicar que se retrasará en su entrada a la oficina; después, envía un whatsapp a su jefa y le pide retrasar la reunión unos minutos porque llegará tarde… -¡mi marido, un desastre, cualquier día se deja la cabeza, etc. sí, se ha dejado el móvil en casa y estamos dando la vuelta para volver a por él… ahora nos vemos!
La anécdota curiosa es que éste matrimonio volvió a casa, el Sr. Rodríguez apresurado recogió su móvil y olvidó las llaves nuevamente… al llegar a la oficina, tuvo que pedir a Seguridad del complejo empresarial en el que trabajaba, que le abriera la barrera del parking. Un compañero tuvo que emplear su llave de seguridad para acceder desde el aparcamiento subterráneo en el ascensor que los lleva a la planta noble del edificio. Una vez allí, fichó como cada día con su tarjeta de proximidad en el torno, pero tuvo que pedir al conserje que empleara su llave maestra para abrirle la puerta de su despacho…
Ahora, hagamos todos un ejercicio: ¿cuántos de ustedes tienen un smartphone? ¿cuántos de ustedes llevan en sus teléfonos móviles una herramienta de comunicación profesional como el correo electrónico? ¿podrían levantar la mano cuántos, además de su e-mail profesional, llevan también una cuenta personal? ¿emplean whatsapp? ¿se conectan a sus redes sociales a través de smartphone? ¿cuántos han leído un feed de noticias o consultado la información sectorial del día en un blog o prensa online? ¿llevan las fotos de sus seres queridos? ¿emplean banca electrónica a través del móvil? Si han acudido a este Congreso desde fuera de Madrid, ¿cuántos llevan sus tarjetas de embarque o información del viaje en sus teléfonos móviles?… Finalmente, ¿cuántos de ustedes no habrían hecho lo mismo que el Sr. Rodríguez? Por último, ¿cuántas llaves o sistemas físicos de acceso (tarjetas o llaveros) llevan consigo habitualmente?
Introducción
Sirva este pequeño teatro para explicar que hoy en día, somos móviles dependientes en el sentido más amplio y menos nocivo del término “dependencia”. Vivimos en una sociedad conectada, móvil, en la que la movilidad se traslada a los ámbitos más diversos, desde lo personal hasta lo profesional, pasando por lo lúdico.
Si hablamos de la practicidad, sin duda la tendencia es clara, todos queremos una vida más sencilla, más fácil, con todo lo que necesitamos al alcance de la mano o mejor dicho, de un clic. Esta practicidad se empareja, sin darnos cuenta, con el concepto de movilidad: compramos con un clic a través de nuestro móvil, nos comunicamos de manera rápida y sencilla a través de un dispositivo móvil, etc.
Y ahora traslademos este binomio de movilidad y practicidad al interior de un edificio inteligente. ¿Se cumple en todos los ámbitos? ¿Son nuestros edificios móviles y prácticos? Creo que la respuesta, en términos generales, es que sí, cada vez más, pero insisto, en términos generales.
Sin duda, la movilidad es el campo que más está transformando las ciudades. Las nuevas normativas, enfocadas también hacia la sostenibilidad, van dirigidas a facilitar la movilidad, habilitándose por ejemplo puntos de recarga inalámbrica para vehículos eléctricos e híbridos en los nuevos edificios y también en proyectos de rehabilitación. Además, los accesos son cada vez más, afortunadamente, universales, facilitando y convirtiendo en prácticos para todos, la posibilidad de entrar, salir y movernos por su interior.
Sin embargo, en pos de la sostenibilidad, apostamos por tecnologías de calefacción, de iluminación, de gestión incluso, pero nos olvidamos de un aspecto esencial: la seguridad. Hoy en día, la seguridad en estos edificios inteligentes ha mejorado ostensiblemente con la implantación de soluciones tecnológicas diversas: sistemas biométricos, video vigilancia o incluso seguimiento en tiempo real de los usuarios… y sin embargo, seguimos empleando elementos físicos poco seguros por lo transferible; poco seguros porque no aportan información ni del quién, ni del cuándo; poco seguros y poco prácticos porque nos anclan a soportes físicos como una llave o una tarjeta plástica. En nuestra sociedad, en la que la tecnología avanza a pasos agigantados, es habitual encontrarse aún con sistemas tradicionales de seguridad en un control de accesos, basados en barreras físicas controladas por personal de vigilancia. Tampoco es extraño que los trabajadores sigan utilizando sistemas de fichaje basados en un soporte físico como la tarjeta plástica de banda magnética o, en el mejor de los casos, de proximidad RFID.
La seguridad en nuestro país sigue estancada en el uso de algo que tenemos, la tarjeta, o algo que sabemos, una contraseña o clave, que son todo, menos seguras. Sistemas vulnerables con presunción de “personal e intransferible”. Nada más lejos de la realidad. Hablar de seguridad en un edificio inteligente implica no sólo el entorno o los accesos principales, si no también las puertas que nos encontramos en el interior, lugares de paso, accesos a infraestructuras críticas, almacenes y si hablamos de espacios profesionales compartidos o co-working, de los propios compartimentos de trabajo individualizado. Se trata de convertir la puerta tradicional en un control de accesos seguro e inteligente. Es necesario un sistema flexible, en un entorno de movilidad, práctico y sobre todo que aporte un valor añadido tanto a quien lo gestiona, como al que lo utiliza. Hablamos de un nuevo paradigma de cerradura.
Descripción de la solución
Vivimos en un entorno móvil, donde el uso de teléfonos inteligentes es una realidad. El sector de la seguridad no puede permanecer ajeno a todo esto y ya es posible que el usuario emplee su propio teléfono para abrir una puerta. SCLAK es un dispositivo y una solución que permite el empleo de una “llave en el móvil” que permite, a través de la app con el mismo nombre, emplear una llave virtual segura, asociada a un número de teléfono un correo electrónico, no residente en el dispositivo, para abrir puertas mediante conectividad bluetooth. Sin duda, se trata de un valor añadido sobre los sistemas existentes, permitiendo que los usuarios accedan a una oficina, hotel, vivienda, etc., con sus propios dispositivos móviles sin necesidad de tener que llevar consigo llaves o tarjetas de acceso.
SCLAK es un dispositivo y una app móvil que convierten cualquier cerradura electrónica en un control de accesos seguro e inteligente que permite, entre otras opciones, la apertura con una llave virtual móvil. Además, también se presenta como un cilindro que simplifica aún más la instalación ya que sólo requiere reemplazar el bombillo de la cerradura por éste.
Universal
La instalación de SCLAK es muy sencilla. Es compatible con cualquier cerradura electrónica del mundo. No es necesario sustituir el cerradero, tan sólo conectar la unidad SCLAK a la alimentación que opera el cerradero o, cuando está integrado en un cilindro, sustituir el bombillo de la cerradura. Puede instalarse en puertas convencionales de una vivienda o una oficina, pero también en puertas automáticas, apartamentos vacacionales, hoteles y albergues rurales o en cualquier elemento que funcione de manera electrónica para producir una activación de un relé, es decir: barreras de parking, portones, ascensores, paneles domóticos, etc.
Seguro
Las comunicaciones son seguras gracias a que el sistema emplea el protocolo SHA-256 para la transferencia de datos, con certificados autenticados. La comunicación entre el smartphone y el dispositivo SCLAK emplea la tecnología Bluetooth 4.0 y cada intercambio de datos está protegido por la autenticación en dos pasos:
- Durante la autenticación SCLAK verifica que el teléfono está autorizado para conectarse.
- La clave secreta cambia en cada nuevo mensaje y las interacciones no pueden ser analizadas para extraer la clave de comunicación secreta.
¿Y si nos roban o perdemos el teléfono móvil? Nada de qué preocuparse, siempre podemos resetear nuestras credenciales y todos los accesos desde cualquier otro teléfono móvil para que nadie pueda usarlos sin nuestra autorización.
Para aumentar la seguridad, SCLAK incorpora cuatro perfiles de usuario en función de la manera en la que interactúan con el sistema: instalador, administrador, propietario e invitado.
- Instalador:
- Es el que coloca la unidad SCLAK o el cilindro en su ubicación.
- Realiza un test técnico desde la app móvil para verificar la instalación correcta.
- Geolocaliza el producto y puede incorporar un nombre y descripción para el dispositivo.
- El instalador no tiene nunca permisos para abrir la puerta.
- Administrador:
- Es el que activa el producto en la nube, mediante un código numérico de 12 dígitos incluido en el packaging del producto.
- A continuación nombra uno o dos propietarios mediante e-mail o SMS a su número de teléfono móvil.
- Por seguridad, el administrador no puede abrir la puerta a menos que se configure a sí mismo como propietario.
- Propietario/s:
- Los propietarios son los únicos habilitados para emitir llaves. También pueden abrir la puerta.
- Las invitaciones se envían a los números de teléfono móvil de los usuarios o mediante e-mail.
- Son los únicos que pueden activar las restricciones de calendario para los invitados y visualizar el historial de movimientos del control de accesos.
- Invitados:
- Una vez reciben la llave mediante SMS o e-mail, descargan gratuitamente la app y se registran con su usuario y contraseña.
- Activan su llave en la app y desde ese momento pueden abrir la puerta.
Inteligente
Para abrir cualquier cerradura, basta con usar la app instalada en el teléfono móvil. El gestor puede controlar todos los accesos con permisos o llaves indefinidas o con cualquier tipo de restricción temporal. Las llaves pueden enviarse a los usuarios desde cualquier móvil o un backoffice web, en cualquier momento, desde cualquier lugar, de manera individual o colectiva. SCLAK es un sistema práctico y muy flexible.
Gestión SMART
Para considerar un edificio como inteligente, partimos de la premisa que éste debe reunir las siguientes características:
- Ser eficiente en el consumo.
- Integración de sus sistemas de control.
- Ser seguro.
- Ser flexible para adaptar los cambios tecnológicos.
- Ser ergonómico.
Cuando hablamos de una solución como SCLAK, revisemos estas premisas:
- Eficiencia de consumo:
- SCLAK se conecta a un cerradero electrónico a 12/24 V. El consumo eléctrico es reducido y el hecho de ser un terminal bluetooth también contribuye a esta eficiencia.
- Al ser un sistema de control de accesos basado en la nube no requiere de complejas instalaciones cliente/servidor, ni cableados de red, ni instalaciones complejas.
- La gestión de recursos, desde el punto de vista de elementos físicos como tarjetas o llaves se reduce, minimizando el coste de reposición.
- Integración: La solución SCLAK puede ser integrada con soluciones de control de accesos de terceros y aplicaciones fácilmente. Cuenta con su propia API y SDK para facilitar esta premisa.
- Seguro: SCLAK, a diferencia de otras soluciones bluetooth existentes en el mercado, gestiona las llaves de apertura de manera que éstas no residen en los dispositivos, si no que funcionan como medias llaves:
- En el momento que se crea un nuevo usuario, se almacena en la nube la mitad de la llave que contiene las credenciales y permisos para dicho usuario: restricciones de calendario, tipo de apertura, perfil del usuario, etc.
- La otra midad de la llave es enviada mediante SMS o e-mail al usuario, bien desde un teléfono móvil del administrador o bien desde el backoffice web a través de cualquier ordenador. Es decir, no existen llaves -o medias llaves, mejor dicho- funcionales ni en el servidor cloud, ni en poder del usuario.
- En el momento que el usuario quiere realizar la apertura, la mitad de la llave asociada a su número de teléfono o correo electrónico, pregunta a la nube por la mitad de la llave correspondiente. La nube devuelve una comunicación de confirmación o denegación con los permisos asociados y permite o no la apertura si procede. Además, esta comunicación es encriptada y la clave secreta cambia en cada nuevo mensaje y las interacciones no pueden ser analizadas para extraer dicha clave.
- Adicionalmente, cualquier usuario, haciendo login con su usuario y contraseña en la aplicación, desde cualquier dispositivo, puede revocar la sesión iniciada en otro dispositivo en caso de sustracción o pérdida.
- SCLAK dispone de múltiples capas de seguridad adicionales en el momento de la apertura: verificación mediante PIN o huella dactilar en el teléfono móvil, notificaciones al administrador en cada apertura, función de portero automático para una verificación en tiempo real por parte del administrador
- Flexible y adaptable: SCLAK está concebido para existir en un entorno de movilidad, cambiante por sí mismo y por lo tanto se adapta a las nuevas tecnologías por concepto.
- Ergonómico: La practicidad que aporta SCLAK va más allá del propio sistema, ya que los usuarios van a emplear un objeto tan cotidiano y personal/profesional como es su propio teléfono móvil (personal o corporativo), para acceder.
Información
La información es un valor, en cualquier circunstancia. Contar con un sistema de control de accesos en cualquier puerta, a través de cualquier sistema de apertura y en prácticamente la totalidad de un edificio inteligente, es vital para la organización y la seguridad. La información nos ofrece luz para entender de qué manera se comportan los individuos cuando interactúan con el sistema de seguridad, ofreciendo datos que van más allá de quién ha accedido y cuándo. SCLAK aporta la ventaja de ser un sistema de control de accesos flexible y vivo, que se se adapta a los cambios y necesidades de la organización, permitiendo la gestión de los accesos, pero también aportando información de valor en tiempo real. Ahí reside su valor.
Nuestro móvil es nuestra cámara de fotos, nuestro navegador GPS, nuestra tarjeta de crédito, el medio para comunicarnos, una herramienta de trabajo y ahora, con SCLAK, puede ser también la llave para abrir cualquier puerta de un modo inteligente y seguro.
Conclusiones
Cuando hablamos de un nuevo paradigma de cerradura en edificios inteligentes es porque el objetivo debería ser el de facilitar el acceso a cualquier lugar, con una acción simple, segura e inteligente. SCLAK ha sido concebido como una solución para evolucionar al resto de sistemas, no para reemplazarlos. No interfiere en ningún caso con los sistemas de apertura actuales, puede trabajar de un modo paralelo.