Comunicación presentada al I Congreso Edificios Inteligentes:
Autores
- José Ant. Maldonado Martín, Iddero (Ingelabs S.L.)
- Guillermo Rodríguez García, Iddero (Ingelabs S.L.)
Resumen
La videoportería IP ofrece una serie de ventajas al usuario final y al instalador que están haciendo que fabricantes e integradores apuesten cada vez más por esta tecnología en sus proyectos. Una de estas ventajas es la posibilidad de integración con los sistemas de automatización de viviendas y edificios, como por ejemplo los basados en el estándar KNX.
Qué es un videoportero IP
Un videoportero IP es un equipo de videoportería donde las comunicaciones de audio y vídeo se realizan a través de una red de comunicaciones TCP/IP, normalmente sobre la misma red Ethernet o WiFi existente en la instalación, y por lo tanto sin necesidad de cableado específico para la instalación de videoportería.
La mayoría de estos equipos utiliza el protocolo SIP (Session Initiation Protocol) para la realización de llamadas a los equipos interiores y gestión de las mismas. El protocolo SIP, cuyas primeras versiones se diseñaron en 1996, es hoy en día el estándar de facto aceptado por la industria para aplicaciones de telefonía sobre IP.
En cuanto a la señal de video, es habitual permitir el acceso a la misma mediante un flujo (stream) separado, independiente de la gestión de las llamadas. Para ello se utilizan los protocolos HTTP y/o RTSP, al igual que hacen la mayoría de las cámaras IP.
Actualmente hay múltiples fabricantes de placas exteriores (“placas de calle”) de videoportería IP (2N, Mobotix, TCS, Robin Telecom, etc.), y todos ellos utilizan los protocolos descritos para las comunicaciones de audio y video. Además, un buen número de fabricantes de videoporteros “convencionales” están desarrollando soluciones de videoportería IP.
Respecto a las unidades interiores, muchos fabricantes ofrecen también terminales para la comunicación y la visualización de la imagen del videoportero. Sin embargo, el uso de comunicaciones TCP/IP permite una gran variedad de posibilidades a la hora de utilizar otros equipos como unidades interiores (ordenadores, tablets, smartphones, pantallas táctiles, teléfonos IP, etc.), y es aquí donde radica una de las grandes ventajas de la videoportería IP: la libertad a la hora de elegir placas de calle y terminales interiores, así como la integración con equipos y sistemas de terceros.
Ventajas para el usuario (funcionalidad)
Además del funcionamiento esencial de cualquier videoportero (establecer comunicación de audio bidireccional entre la placa de calle y la unidad interior, visualización de la imagen del visitante, y posibilidad de apertura de una o varias puertas), los videoporteros IP suelen incorporar otras funciones adicionales, muchas de las cuales son posibles gracias al uso de comunicaciones TCP/IP.
La siguiente tabla describe un primer grupo de funciones adicionales, que podríamos clasificar como ‘básicas’ (disponibles en la mayoría de los equipos):
Por otro lado, se pueden clasificar como ‘avanzadas’ (disponibilidad variable, según fabricante y modelo) las funciones siguientes:
Ventajas para el instalador
Además de las funciones y ventajas descritas anteriormente de cara al usuario, el instalador también puede beneficiarse de forma importante de las características de una instalación de videportería IP. En la siguiente tabla se muestran algunas de estas ventajas:
Escenarios de aplicación
A continuación se indican algunos posibles escenarios de aplicación de un sistema de videoportería IP.
Una única red IP
Se trata del caso más simple de aplicación (Fig. 4), donde existe una única red IP local en la que se integran tanto la videoportería IP como el resto de equipos IP de la instalación. Este es el escenario más habitual en viviendas independientes y pequeñas oficinas.
Múltiples subredes
Instalación con varios segmentos de red (Fig. 5), que pueden corresponder a distintas plantas u oficinas en un edificio, diferentes viviendas en una urbanización, etc.
En este caso, es habitual configurar las distintas subredes de forma que se permita la comunicación de cada subred con los elementos comunes (videoportería), pero no la comunicación directa entre subredes.
Gestión centralizada
En este caso se incluyen elementos centrales de gestión de las comunicaciones (Fig. 6)
Estos elementos pueden ser, entre otros, centralitas de telefonía IP-PBX (que además de las comunicaciones IP audio/vídeo puede integrar enlaces de telefonía móvil y fija), o sistemas de gestión de llamadas (‘call managers’) que además de gestionar la videoportería, pueden integrar otras funciones comunes de la instalación.
La gestión centralizada se puede aplicar tanto en una instalación simple como en una instalación con varios segmentos de red.
Acceso remoto
El sistema de videoportería puede conectarse a un servidor SIP externo, lo cual permite realizar llamadas a cualquier equipo remoto a través de Internet (Fig. 7).
Adicionalmente, muchos servidores SIP permiten convertir las llamadas IP a analógicas, proporcionando así la posibilidad de redirigir las llamadas del videoportero (sólo audio) a cualquier teléfono fijo o móvil que no disponga de conectividad IP.
Nuevamente este acceso remoto puede aplicarse a cualquiera de los escenarios anteriores.
Integración con KNX
Dentro de la integración de la videoportería con otros sistemas, cobra especial relevancia la integración con sistemas de automatización de la vivienda o edificio, lo cual permite activar distintas acciones al producirse determinados eventos en el sistema de videoportería.
Algunos de los eventos que pueden resultar más interesantes son los siguientes:
- Llamada entrante
- Llamada en curso
- Llamada perdida
- Apertura de puerta
A partir de estos eventos se pueden desencadenar multitud de acciones: indicaciones sonoras y/o luminosas, activación de luces de paso, desactivación temporal de sensores de presencia, envío de notificaciones de acceso (por ejemplo por e-mail), alarmas, etc.
En el caso concreto de KNX, la implementación de un sistema como el descrito requiere la existencia de equipos, tales como pantallas táctiles o servidores de automatización, que combinen un interfaz de comunicaciones IP y un interfaz de acceso al bus KNX. Estos equipos serían los encargados de enviar telegramas KNX al bus al detectarse los diferentes eventos en el sistema de videoportería; a su vez, estos telegramas permitirían activar las funciones correspondientes en otros dispositivos KNX conectados al bus.
Conclusión
Los sistemas de videoportería IP proporcionan múltiples ventajas tanto al usuario como al instalador, y ofrecen nuevas posibilidades para la integración con sistemas de automatización de viviendas y edificios. Por ello, cada vez son más los fabricantes que ofrecen soluciones de videoportería IP en sus catálogos, incluyendo tanto a fabricantes especializados en tecnología IP como a fabricantes de videoporteros convencionales que están empezando a ofrecer modelos basados en esta tecnología.
La gran batalla ahora se centra en la formación de los instaladores e integradores, que deben tener un cierto grado de conocimiento sobre instalación y gestión de redes de comunicaciones TCP/IP, así como de telefonía por Internet (SIP), para poder ejecutar correctamente proyectos que cubran todos los escenarios descritos anteriormente y aprovechar al máximo las nuevas posibilidades que esta tecnología les brinda.